Es la madrugada. “El secreto de sus ojos” acaba de ganar el Oscar a la mejor película extranjera y una de sus frases iniciales es: “Hace veinticinco años que me pregunto…”
Hace veintisiete años que yo, Ariel Quiroga, me pregunto: Por qué el TUBA no pudo continuar en la Argentina democrática, si soportó de todo durante la dictadura…?
La película de Campanella se ha ganado un merecido Oscar, porque trata el tema de la Memoria, de la búsqueda de la Memoria, de la necesidad de que la Memoria se dimensione en el presente, para poder descifrar de una vez por todas el pasado.
Qué idea tenía Laura Cristina Mussa, recién asumida como Secretaria de Extensión Universitaria, cuando en una mañana de 1984 me dijo: “Sí, el teatro va a continuar, pero sin usted y su gente”.
Qué suponía que habíamos hecho Leopoldo Sosa Pujato, cuando me rechazó las fotos y recortes que le llevé, alguna otra mañana de un año que no recuerdo, diciéndome: “Llévese todo eso; lo que usted hacía aquí a nosotros, ahora, no nos interesa”.
Vaya que es merecido el Oscar para “El secreto de sus ojos”, cuando su eje argumental es el desentierro de un pasado que muchos, por diversos intereses, han buscado ocultar y sepultar en el olvido…como la historia del TUBA.
lunes, 8 de marzo de 2010
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