viernes, 12 de marzo de 2010
CREACION DE LA "A.I.T.U."...CUANDO EL TUBA YA NO ESTABA
El TUBA se cerró en junio de 1983. A partir de entonces, no hubo más un Teatro Universitario perteneciente a la Universidad de Buenos Aires. En una palabra: una agrupación estable, dedicada a la investigación y divulgación del arte de la escena, que llevase el escudo de la Casa.
Así fue como, al crearse en el año 1994 en la Universidad de Lieja, la Asociación Internacional de Teatro Universitario (AITU), la Universidad de Buenos Aires quedó fuera de la lista de universidades de todos los continentes que en la actualidad participan con sus miembros de las actividades de esta organización.
La AITU es el foro privilegiado donde formadores, practicantes, creadores, investigadores y teóricos de más de cincuenta países, pueden comunicar y compartir sus descubrimientos y preocupaciones.
Es un lugar de intercambios y de servicios, que realiza congresos y festivales con periodicidad bienal.
Cuando se fundó la AITU hacía ya once años que el TUBA había dejado de existir y ningún ente similar había cubierto su ausencia.
Con mucha tristeza y a la vez con mucha “bronca” reproduzco aquí su dogma fundacional, la llamada “Carta de Lieja”:
La Asociación Internacional del Teatro en la Universidad (AITU) tiene como objetivo el desarrollo y la promoción del teatro universitario en el mundo.
Se entiende por teatro universitario toda actividad teatral reconocida a nivel post secundario, universitario o superior, a título de la formación, de la creación y de la investigación teórica y práctica.
Consciente del papel que juega en el diálogo y la comprensión entre culturas, favorece el intercambio y la colaboración entre los teatros universitarios, bajo la forma de práctica espontánea, práctica dirigida, práctica pre profesional o incluso profesional de la actividad teatral.
Con la riqueza de su diversidad, la AITU no tolerará ninguna discriminación de orden político, nacional, lingüístico, racial, confesional, sexual o de otra clase.
Fundada en la solidaridad y la cooperación, la AITU constituye una red independiente cuya accesibilidad se modula equitativamente según la situación de sus miembros.
Suscribieron esta Carta fundacional, el 19 de febrero de 1994, Alain Chavalier, de Bélgica; Georg Franke, de Colonia (Alemania); Lucile Garbagnati, de Besançon (Francia); Robert Germay, de Bélgica; Jean-Marc Larrue, de Canadá; Anna Lazou, de Grecia; Krzysztof Lipski, de Polonia; Philippe Rouyer, de Bordeaux (Francia); Claude Schumacher, de Glasgow (Gran Bretaña); Louis Thenon, de Québec, (Canadá); Joséphine Vanes, de Ámsterdam (Holanda) y Ouriel Zohar, de Haifa (Israel).
El principal objetivo de la AITU, expuesto a la hora de su creación, no podía ser más coincidente con el que me había llevado, veinte años antes, a proponer la erección de un teatro en la Universidad de Buenos Aires:
“AFIRMAR LA ESPECIFICIDAD DEL TEATRO EN LA UNIVERSIDAD”
A ese primer objetivo básico de la AITU seguían otros, también aplicables a lo que, en forma muy incipiente y por demás alejada de toda metodología, instrumentó el TUBA a medida que iba construyendo su propia historia:
Las relaciones del teatro universitario con la enseñanza
Las relaciones del teatro universitario con el teatro profesional y no profesional
Las relaciones del teatro universitario con las instancias oficiales
El fomento del repertorio y su acercamiento al público
La investigación teatral en las universidades
La formación de una red mundial de teatros universitarios
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