lunes, 3 de octubre de 2011

POR QUE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES NO CUENTA HOY CON UN CENTRO DE DRAMA COMO LO FUE EL TUBA...?

IMAGEN TOMADA DE LA PAGINA WEB DEL "OXFORD UNIVERSITY STUDENT DRAMA"

A quien, en la Argentina o en algún lugar del mundo, le interese descifrar el interrogante que encabeza este capítulo, le aconsejo antes leer, ver y escuchar los testimonios escritos, visuales y sonoros que en las más de 140 “entradas” de este Blog (a partir de febrero de 2010), narran con lujo de detalles de existencia de nueve años del hasta hoy PRIMER y UNICO TEATRO UNIVERSITARIO en la historia de la Universidad de Buenos Aires.
Los teatros de jóvenes proyectados a la comunidad desde los claustros universitarios cuentan con tradición de siglos en las casas de estudios superiores del viejo mundo, pero es durante el Siglo XX que su proliferación se extiende a todas las latitudes, fundamentalmente en América del Norte y también en gran medida en América Latina.
Los intentos de crear centros de drama universitarios se dieron en Argentina sólo en algunas facultades: el Teatro de la Facultad de Derecho en los años cuarenta; el Teatro Universitario de Arquitectura en los cincuenta...el Grupo Geituba (egresados de una efímera Escuela de Teatro de la UBA, clausurada por uno de los gobiernos militares de turno), a finales de los sesenta.
Fue a partir de 1974, con mi propuesta de abrir un TEATRO UNIVERSITARIO DE REPERTORIO que convocase a estudiantes, docentes, graduados e incluso personal no docente de todas las carreras humanísticas y científicas del ámbito curricular de la UBA, que la Argentina tuvo, por espacio de casi una década, un elenco oficial de TEATRO UNIVERSITARIO, en actividad permanente todos los meses de cada año, incluso en verano, con participación de estudiantes de todas las carreras en los cuadros actorales y escenotécnicos de las más de CIEN producciones escénicas que se montaron.
Que ese teatro (conocido popularmente como “EL TUBA”) tuviera que cerrarse por los motivos que este Blog cuenta reiteradamente, a mediados de 1983, no presupone motivo válido para que en los veintiocho años que han trascurrido desde entonces, la Universidad de Buenos Aires no se haya decidido a encarar la continuidad de aquel histórico precedente.
La UBA cuenta desde 1985 (si no estoy errado), con un moderno Centro Cultural (“el Rojas”), enclavado en el mismo solar de la avenida Corrientes 2038 en el que el TUBA llevó a cabo 1.163 representaciones con acceso gratuito para el público en general, entre el 30 de noviembre de 1974 y el 5 de junio de 1983.
Es el mismo edificio, pero en nada se le parece al que habitaba el TUBA, atestado de ratas, sin baños ni camarines para los que actuaban y circundado por edificaciones en ruinas que en la actualidad han sido anexadas a la estructura original, todo absolutamente modernizado.
Pues bien: admitiendo que la metódica de funcionamiento de ese Centro es abarcativa a múltiples disciplinas (cursos, ponencias, exposiciones, experiencias audiovisuales, etc.), que podrían llegar a generar fricciones con la compleja actividad de un TEATRO DE REPERTORIO (el TUBA llegó a tener hasta seis espectáculos en alternancia, con decorados corpóreos, vestudarios, utilería y maquinaria lumínica) la instalación de ese posible TEATRO OFICIAL UNIVERSITARIO DE LA UBA. podría llegar a estar, para las funciones semanales al público, en alguna de las salas dependientes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (San Martín, Pte. Alvear, Regio) o inclusive en el Teatro Nacional Cervantes (donde el TUBA presentó en 1976 su primer repertorio clásico, con obras de Terencio, Plauto y Menandro, absolutamente desconocidas).
Lo cierto, más allá de cavilaciones que escapan totalmente a mi posibilidad de inclusión en ellas, retirado como estoy de la vida de teatro a partir del cierre del TUBA, es que la Universidad de Buenos Aires es de las pocas en el mundo entero que no puede asistir con “SU” elenco teatral a la multiplicidad de festivales y encuentros que, con los auspicios de la A.I.T.U. y otros entes culturales internacionales, se celebran anualmente en diversos lugares, generándose de este modo diálogos y corrientes renovadoras entre las juventudes del mundo, aplicadas a la investigación del hecho teatral y a su recreación con criterios siempre superadores respecto de los consabidos esquemas de la adocenada escena comercial.
El interrogante ha de seguir en pie hasta que la Universidad de Buenos Aires acceda a responderlo en algún sentido (cosa que hasta el presente se ha negado obstinadamente a hacer): POR QUE LA U.B.A. NO CUENTA HOY CON UN CENTRO DE DRAMA QUE AGRUPE A ESTUDIANTES, DOCENTES Y GRADUADOS DE TODAS LAS CARRERAS...COMO LO FUE EL TUBA...O COMO LO SON LOS CIENTOS, MILES DE CENTROS DE DRAMA UNIVERSITARIOS DISEMINADOS A LO LARGO Y ANCHO DE LA ESFERA TERRESTRE...?
A continuación: Dos imágenes de Festivales de Teatro Universitario (son decenas cada año en el mundo), a los que la Universidad de Buenos Aires no puede acudir por carecer de un “TEATRO DE LA U.B.A.” como lo fue el TUBA durante nueve años en forma ininterrumpida.



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