En la “entrada” a este Blog del miércoles 3 de marzo de 2010, bajo el título “La permanencia de un hongo debajo de un escenario”, relato el encuentro con un jóven alumno de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la UBA, que me pidió usar la historia del Teatro de la Universidad de Buenos Aires (el TUBA) como base para su tesis de licenciatura.
Durante algo más de un año y luego de muchas charlas mantenidas en cafés de barrio, terminé confiándole a este jóven todo el material que había podido conservar sobre los nueve años de existencia del TUBA (1974 a 1983).
Mariano Ugarte tenía seis años cuando el TUBA cerró sus puertas, en junio de 1983, agobiado por la desidia y las detracciones emanadas del seno de la propia Universidad que le daba su nombre. Formado como ser pensante en una Argentina en democracia y visceralmente comprometido con la causa de los Derechos Humanos pisoteados por la dictadura militar (LAS FOTOS LO MUESTRAN EN PLENA LUCHA), aquella historia de un Teatro “coexistente” con el horror de un genocidio le produjo de entrada cierto lógico rechazo a Mariano Ugarte.
Su avidez periodística, por suerte, privó por sobre el inicial preconcepto. No se quedó con la información que yo, creador y sostenedor del TUBA desde el origen hasta su cierre, le brindé sin reservas ni retaceos. Salió a buscar otras fuentes. Indagó en los más oscuros recovecos privados de la Universidad de Buenos Aires; entrevistó a funcionarios del Gobierno (alguno de los cuales habían formado parte de los planteles del TUBA, aunque por razones de “conveniencia” simulaban haberse olvidado); revisó archivos de los diarios de la época...
En una palabra: hizo de su tarea para una tesis de graduación, un COMPROMISO con la Verdad.
Los primeros resultados de ese arduo trabajo de investigación están en la web desde hace ya unos cuantos años, en el sitio www.temakel.com “Página Nueva 2”, bajo el título “El Teatro Universitario de Buenos Aires en la búsqueda de lo trascendente en la convulsionada década del '70”.
Pero lo verdaderamente revelador, demoledoramente revelador, sobre el sórdido entramado de intereses políticos, económicos y hasta raciales que terminaron con la vida del TUBA en 1983 y generaron el ocultamiento de su historia, negándose su posible continuidad como Centro de Drama desde entonces hasta el presente, está en el libro que Mariano Ugarte tiene concluido hace ya varios años, (del que sólo leí alguna vez unas pocas páginas que me asombraron) y que una serie de vanas promesas de publicación intentan evitar que salga definitivamente a la luz en letras de molde.
Hace unos días y luego de un largo período de “incomunicación” (a partir de mi venida a Mar del Plata), recibí de un “mail” de Mariano Ugarte donde me cuenta que, POR FIN, casi con seguridad, el libro va a ser editado el año próximo.
Estaré en 2012 para asistir a ese acto de JUSTICIA para con una epopeya de juventud (no hablo de la mía, sino de la de aquellos cientos de jóvenes que tan generosamente entregaron su pasión, su denodado esfuerzo y sus energías para que existiera un Teatro de Repertorio en la Universidad), el día que el libro de Mariano Ugarte haga su aparición...?
No lo prometo, pero me gustaría estar y rodeado de muchos de aquellos jóvenes que me acompañaron en la patriada que fue el TUBA. Seguramente nos vamos a enterar, a través de las revelaciones de Mariano Ugarte, de por qué nos combatieron tanto mientras estábamos en actividad...y por no pudimos volver a estar en actividad en estos últimos 28 años...
En mi caso, fue una suerte de “destierro definitivo” en mi propio suelo.
martes, 18 de octubre de 2011
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Siempre te recuerdo con cariño Jorge Ugarte
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