Luis Mazas escribía las críticas de teatro en Clarín cuando se cerró el TUBA. A pocos días de mi renuncia, los jóvenes que integraban el elenco en ese momento (que inocentemente renunciaron también, aunque “no eran nada” para la UBA), se movilizaron por los diarios portando un comunicado en el que denunciaban las detracciones, prohibiciones y ultrajes de que habían sido víctimas por parte de la Dirección de Cultura de la Universidad de Buenos Aires, a lo largo de toda su historia de nueve años.
La Nación y Clarín publicaron sendas reseñas con titulares francamente premonitorios. El de La Nación rezaba: “SE DISOLVIÓ EL TEATRO DE LA UNIVERSIDAD”, pero el de Clarín fue más rotundo todavía: “DESAPARECE EL TEATRO DE LA UNIVERSIDAD”.
Luis Mazas, lamentablemente, había acertado con su visionaria sentencia respecto de la DESAPARICION DEL TUBA. No sólo que la UBA nunca hasta hoy aceptó reflotar la potente actividad de aquel Teatro, sino que prolijamente ha hecho borrar todo rastro de su existencia, para el conocimiento de las nuevas generaciones que acuden al Rojas en busca de un campo fértil para sus exploraciones en el terreno de la dramática.
En lo único en que no acertó Luis Mazas (a quien sigo agradeciendo aquel testimonio tan jugado del 11 de junio de 1983 en la página de Espectáculos de Clarín), es en que la DESAPARICION del TUBA no habría de ser definitiva. A partir de febrero de 2010 este Blog se ha encargado de sacarla a plena luz con datos irrefutables y ya es para siempre dominio del mundo.
sábado, 8 de octubre de 2011
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