lunes, 12 de abril de 2010

PUSHKIN Y MOZART EN EL TUBA


El permanente afán del TUBA por descubrir autores que ningún otro teatro de Buenos Aires, oficial o privado, hubiese dado a conocer todavía hizo que, en un momento dado, (fue en 1980), pusiésemos nuestro interés en Alexander Pushkin, nacido en Moscú en 1799 y muerto en San Petesburgo en 1837.
Tuvo Pushkin notable influencia en otros autores rusos, como Dostoyesvski, Tolstoi y Gogol y grandes compositores como Chaikovski y Modesto Musorgski se inspiraron en sus dramas para componer óperas genialmente inspiradas como “Eugene Onegin” o “Boris Godunov”.
La influencia de Byron es percibida según algunos críticos literarios en la poesía de Pushkin: en "El prisionero del Cáucaso" (1821), poema que describe las costumbres guerreras de los circasianos. También en "La fuente de Bajchisarái" (1822) que traduce la atmósfera del harén y evocaciones de Crimea, y en "Los zíngaros" de 1824. Asimismo "Gavriliada" (1821), poema blasfemo, que refleja los ideales de Voltaire.
Para que Buenos Aires conociera por fin a Pushkin elegimos su imponente drama en un acto titulado “Mozart y Salieri”, cuyo texto (curiosamente) lo hallamos en un vetusto ejemplar de la Revista de la Universidad de México.
Narra la historia, notoriamente tergiversada, de la rivalidad entre dos músicos de talento: Antonio Salieri y el jóven Mozart y transcurre en la noche en que, invitado a cenar por el consagrado Salieri, Wolfgang Amadeus, pobre y hambriento pero en absoluto apogeo de su genialidad, (acaba de componer “Las bodas de Fígaro”), supuestamente bebe la copa de vino envenenado que le provocará la muerte.
Usábamos de fondo varios pasajes del “Requiem” de Mozart, en una histórica grabación del insigne Bruno Walter y en el momento en que Mozart introduce en casa de Salieri a un anciano músico callejero para que ejecute en su violín el sublime tema del área “Dove sono”, el intérprete del TUBA que hizo ese papel mudo, de escasos minutos de permanencia en escena, era estudiante de violín y ejecutaba su propio instrumento.
Cosas de los "teatros de repertorio"...que sin embargo no hicieron que el TUBA fuera valorado por sus aportes ni recordado por sus trabajos de investigación. En cambio, la improvisación caótica y hasta burda de algunos grupos que le sucedieron…eso sí se tuvo en cuenta y se lo recuerda frecuentemente con todos los honores.

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