sábado, 3 de abril de 2010

CUANDO UNA GRULLA SE CONVIERTE EN MUJER

Lo habré repetido muchas veces a lo largo de este Blog, desde que comencé a fabricarlo a mediados de febrero de 2010 y seguramente esta no es la última vez que lo digo: Sólo los teatros de repertorio pueden darse el gusto de afrontar ciertos desafíos, como fue montar en 1980 “La grulla crepuscular”, de Junji Kinoshita, un dramaturgo japonés nacido en 1914 y fallecido no hace mucho, en el 2006. Kinoshita, contemporáneo de Mishima, (aunque este terminó trágicamente su vida treinta y seis años antes que él), contribuyó decisivamente a la renovación del teatro japonés contemporáneo, recibiendo influencias tanto de Shakespeare como del No y el Kabuki.
“La grulla crepuscular” es una pequeña obra maestra, en la que se desnuda la ambición desmedida, en contraposición al amor sencillo y puro. Fue un acierto montarla en el espacio multívoco que inventamos en el gimnasio del último piso de Corrientes 2038, para el comienzo de la sexta temporada del TUBA. En esa inmensa bóveda vacía, con la ayuda de sólo unos pocos cenitales, la despedida de la grulla de su efímera condición de mujer, en medio de los acordes de “El cisne de Tuonela”, de Sibelius, provocó un clima de ritual mágico verdaderamente conmovedor. Ese momento, de apenas un minuto y medio, está preservado en el registro que podrán escuchar a continuación:

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