viernes, 11 de junio de 2010

DE CÓMO IÑAKI URLEZAGA SALE EN DEFENSA, SIN SABERLO, DE LA HISTORIA SUPRIMIDA DEL TUBA

A partir de la entrada del 20 de abril de 2010, (la anterior a esta), había decidido no agregar nada más sobre la trayectoria suprimida del que fuera, durante un lapso de nueve años seguidos, el Teatro Universitario oficial de la Universidad de Buenos Aires (el primero y hasta hoy único en toda su larga historia).
Sin embargo, un artículo aparecido en el diario La Nación el jueves 10 de junio de 2010, me llevó a cambiar de idea. Sin proponérselo ni siquiera saberlo, el eximio bailarín Inaki Urlezaga, al hablar de un diferendo que mantiene con las actuales autoridades del Teatro Colón, reivindica algo que en sucesivos capítulos de este Blog yo he tratado de reivindicar: el derecho de la historia a no ser olvidada ni suprimida.
La epopeya del TUBA (sus nueve años de labor en continuidad; sus 1163 representaciones ofrecidas gratuitamente ante auditorios masivos; su rol de centro de participación de miles de estudiantes universitarios, provenientes de todas las disciplinas académicas de la UBA, en una época signada por la proscripción y el terror; su repertorio abarcativo de todas las corrientes y épocas del acervo dramático universal), fue tajantemente suprimida del historial de la Universidad de Buenos Aires, a partir del retorno de la Argentina a la vida democrática.
En realidad, debió haber ocurrido absolutamente lo contrario: al abrirse el Centro Cultural Rojas (justo en el mismo solar de la calle Corrientes al 2038 que durante sus nueve años de vida fue asiento del TUBA), se debería haberlo restituido a la actividad, libre ya de las censuras y persecuciones que lo asolaron permanentemente, con ensañamiento digno de mejor causa.
Sin entrar a opinar sobre ese diferendo de Urlezaga con el Colón, me interesa destacar el hecho (aberrante, por cierto), de que su trayectoria, al parecer, ha sido suprimida de la historia del augusto teatro.
Transcribo sólo un párrafo de lo que Urlezaga le comenta al cronista de La Nación, que se me antoja, por su elocuencia, casi una suerte de resumen de todo cuanto vengo desbrozando en los más de cien capítulos de este Blog, respecto de la suerte sufrida por el TUBA:
"¿Sabés qué es lo peor de todo esto? Es haberme quitado del historial del teatro. Eso es una negación de mi trabajo. A partir de esta gestión, no existo para el Colón. NO SE PUEDE NEGAR EL PASADO”.
No se puede negar el pasado, afirma Urlezaga. Y sin embargo el portentoso pasado que fue el TUBA para la Universidad de Buenos Aires viene siendo persistentemente negado. Será acaso que el TUBA jamás existió…? E Iñaki Urlezaga tampoco...?

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