A medida que el Blog avanza, desde sus ya lejanos incios en febrero de 2010, se hace más difícil para quien acceda a él por primera vez o para quien, acostumbrado a consultarlo, necesite separar lo meramente anecdótico respecto de aquel Teatro Universitario de Repertorio que existió en la Universidad de Buenos Aires (Argentina) entre 1974 y 1983, de lo que hace a su conflictiva relación institucional dentro de la UBA.
Hay en el Blog una permanente exaltación de la travesía épica que significó para cientos de estudiantes de las carreras más diversas, tanto científicas como humanísticas, incorporarse sin preparación previa a la activiad de un Centro de Drama que montaba permanentemente nuevos espectáculos, con obras tan opuestas en época y estilo como pueden serlo “La suegra”, de Terencio, escrita en el año 165 a.C.; “Una tragedia florentina”, que Oscar Wilde dejó inconclusa al morir en 1900 o “El destornillador”, de Enrique Wernicke, uno de los tantos sainetes contemporáneos que el “borrachín de la ribera” escribiera poco antes de su muerte, en 1968.
Pero está también lo opuesto a tan bella, desinteresada y denodada tarea cumplida por esos jóvenes durante nueve años seguidos: el Blog acumula testimonios contundentes, lapidarios, sobre la obsesiva operación detractora que ese Teatro Universitario debió padecer día a día, por parte de la Dirección de Cultura de la Universidad, de la cual dependía.
He aquí, para facilitar el trabajo de los potenciales investigadores que recalen en esta Historia, la data de dos de los más insoslayables documentos que el Blog transcribe en forma fidedigna, tomados de amarillentos archivos privados, casi tan corroídos por el tiempo como la imagen de uno de los pocos infolios rescatados de lo que fue la escritura en lengua muerta de las obras de los trágicos griegos, que encabeza este capítulo:
1) Entrada al Blog del lunes 12 de abril de 2010, cuyo título es: “LA CARTA QUE LO EXPLICA TODO”. Es la carta que yo (Ariel Quiroga) le escribí el 7 de junio de 1983, a Jorge Luis García Venturini, último Director de Cultura de la UBA de la época de la dictadura militar, culpable por acción u omisión de que el Teatro de la Universidad de Buenos Aires (el TUBA) tuviera que cerrar sus puertas (lo que había sucedido dos días antes de esta carta, el 5 de junio de 1983).
2) Entrada al Blog del martes 13 de abril de 2010, cuyo título es: “EL MEOLLO TEMÁTICO DE ESTE BLOG, EN LA CARTA A FRANCISCO DELICH DE DICIEMBRE DE 1983”. Francisco Delich fue el primer Rector de la UBA de la naciente era democrática en la Argentina. A él le escribí esta carta el 27 de diciembre de 1983 contándole cómo había sido la vida del TUBA y mi propósito de reabrirlo bajo las nuevas condiciones de apertura democrática en el país. Francisco Delich nunca contestó.
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