martes, 27 de marzo de 2012

LA HAZAÑA DE UNA FABULOSA TEMPORADA TEATRAL... HACE 30 AÑOS

Todos los hados, puestos por una vez de acuerdo, se conjugaron para que la temporada de 1982 (la octava en la vida del TUBA y la última que se llevaría a cabo completa, ya que la siguiente, la de 1983, quedó interrumpida en junio por el cierre definitivo del Teatro), fuese un verdadero prodigio de realizaciones para el entonces TEATRO DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES. Se abrió en marzo con “El gorro de cascabeles”, de Luiggi Pirandello y el estreno, en simultaneidad, de la primer obra escrita por un estudiante universitario e integrante del TUBA: “El día que mataron a Batman”, de Daniel Hadis. Le siguieron, bajo el complicado sistema de la “alternancia”: la reposición de “Stéfano”, de Armando Discépolo (que había convocado una multitud de espectadores el año anterior); el estreno de “Escenas de la vida bohemia”, de Henri Mürger; la “Chejoviana II”, que incluía la escenificación de tres cuentos de Chéjov: “Una corista”, “El malhechor” y “Un carácter enigmático”; su farsa en un acto “Un trágico a la fuerza” (que ya había estado en la temporada anterior) y su drama en un acto “El canto del cisne”; el estreno de la comedia juvenil de Henrik Ibsen “La noche de San Juan”; el estreno de “El velo”, de Martha Lehmann y la reposición de “El poeta”, de Enrique Wernicke (que había figurado en la cabalgata evocativa del sainete rioplatense en 1975) y finalmente el montaje de “Las coéforas”, segunda parte de la trilogía “La Orestíada”, de Esquilo. Concretar semejante conjunción de espectáculos, con decorados corpóreos, vestuarios de época, gran cantidad de elementos de utilería, diferentes diseños lumínicos y demás, en un escenario sin lugar de almacenamiento a los costados o atrás (como es común que tengan los escenarios teatrales), sin salida a baños durante las funciones y encima con el enorme piano de cola del Coro Polifónico de Ciegos ocupando un considerable espacio entre los telones... fue una de esas hazañas heroicas de aquel altruísta elenco universitario, que pasaron desapercibidas en su momento para los “ilustres dignatarios” de la Dirección de Cultura de la UBA, de la cual el TUBA estaba sometido a depender... pero que unos 38.000 espectadores disfrutaron, aplaudieron y valoraron en su real dimensión, habiendo podido acceder, -además-, en forma LIBRE y GRATUITA a cada una de las 146 funciones realizadas por las huestes del TUBA a lo largo de 1982. Mencionar hoy aquí, a 30 años de distancia, los nombres anónimos de aquellos esforzados comediantes que hicieron posible la concreción, en una misma temporada, de aquellos espectáculos, es un acto de justicia que la Universidad se ha negado obstinadamente a conceder y que yo intentaré reparar, acudiendo a los gastados, amarillentos programas de mano. (Desde ya, pido disculpas por la omisión de los que no figuraron en los programas: los que apoyaron desde la cabina de luces; los teloneros, los que arrimaron bancos y tarimas para alojar al público que forzaba por ingresar cuando ya las 250 butacas de la sala estaban cubiertas; los que entretuvieron a los que hacían fila en la vereda, a merced de la inclemencia del frio de Buenos Aires, desde varias horas antes de que comenzase cada función, a los que habían salido días antes a repartir volantes, a todos los que hicieron posible que durante nueve años seguidos aquel dichoso TEATRO DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES, (muy a pesar de la Universidad y de su Dirección de Cultura), lograse subsistir en medio de las precariedades y el desamparo más ignominioso. De los citados programas de mano, surgen los siguientes nombres, alfabéticamente ordenados: Clara Arcavi, Mario Azcona, Héctor Becerra, Claudia Brower, Eduardo Buosi, Martín Bucich, Miguel Angel D'Agnino, Mirtha Druck, Liliana Ferraro, Graciela García, Daniel Hadis, Isabel Jánosi, Gabriela Licht, Sergio Litovska, Marcelo López Alfonsín, Gustavo Manzanal, Gladys Merola, Liliana Pégolo, Adriana Pérez Medina, Beatriz Pessolano, Berenice Pichetto, Ricardo Stefanack, Fernando Tanarro, Mercedes Vena, Esteban Vernik, Myriam Yapur, Eduardo Zajic. A continuación, fotografías de cada uno de los nueve espectáculos del año 1982 del TUBA, en el orden en que fueron ingresando al repertorio de la temporada: “EL GORRO DE CASCABELES”, “EL DÍA QUE MATARON A BATMAN”, “STÉFANO”, “ESCENAS DE LA VIDA BOHEMIA”, “CHEJOVIANA II”, “LA NOCHE DE SAN JUAN”, “EL VELO”, “EL POETA” y “LAS COÉFORAS”. (Repito: no había baños a mano desde el escenario; no había lugar donde acumular los decorados dentro o en adyacencias del escenario y sí había mucha mugre y muchas ratas dando vueltas por doquier). Saquen sus conclusiones quienes accedan a este Blog si aquello no fue una verdadera HAZAÑA TEATRAL DE JÓVENES...!!!

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