LOS JÓVENES DEL TUBA PREPARANDO UNA SALA ALTERNATIVA EN LA CANCHA DE PELOTA DEL EDIFICIO DE CORRIENTES 2038, EN 1980, EN MEDIO DE LA MAYOR PRECARIEDAD. EN ESOS TIEMPOS NO HABÍA "ALARMAS" QUE ALERTASEN A LA UNIVERSIDAD QUE ESTABA DEJANDO AL ABANDONO UN TEATRO QUE DIVULGABA CULTURA GRATUITAMENTE Y CON MUCHO DESINTERÉS Y ESFUERZO.
SÍ HABÍA RECLAMOS, ESCRITOS Y VERBALES...PERO COMO LAS "ALARMAS" DE HOY EN EL ROJAS, NO ERAN ESCUCHADOS...
Me contaba un amigo hace pocos días que mientras conversaba ocasionalmente con una señorita que forma parte del “staff” del Centro Cultural Rojas en un acto de presentación de un libro, a ella le sonó “una alarma” en su blackberry, en la que aparecía algo relacionado con este Blog sobre la Historia del TUBA.
No entiendo nada de lo que es “un blackberry”; no tuve ni tendré teléfono celular y confieso que los detesto con ensañamiento. Me aclaró luego este amigo ese asunto de “las alarmas en los blackerry”. Según me dice, suenan en los teléfonos del personal del Rojas, toda vez que se hace mención del mismo en algún sitio de internet. Convengamos que de ahí a la red de espionaje de la KGB o la Gestapo...casi no hay espacio de separación, a pesar del tiempo...
Deduzco que lo que activó la alarma en el momento en que mi amigo conversaba con esta señorita debe haber sido la “entrada” inmediatamente anterior de este Blog, que vincula el reciente tema de la pretención del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de suprimir la actividad de los llamados “trapitos”, con lo que fue en su momento, allá por 1984, la supresión del Teatro de la Universidad de Buenos Aires, poniendo en su reemplazo (y en el mismo lugar físico: el edificio de Corrientes 2038), al Rojas.
Si fue así realmente lo de la alarma, me preocupa pensar cuantas veces, a partir de febrero de 2010 (que es cuando empecé a elaborar este Blog), debo haber “alterado” a alguna o varias de las personas que trabajan dentro del Rojas, con los sonidos de “alarma” provenientes de mis menciones en el Blog.
Recapitulando (y sin haber releído todas las 195 “entradas” o capítulos que desmenuzan la Historia a partir de febrero de 2010), creo haber encontrado unas NUEVE entradas en las que puntualmente he debido mencional al Rojas, vincuando necesariamente su nacimiento con la muerte del TUBA.
Las fechas y títulos de esas nueve entradas son:
Domingo 28/febrero/2010: “ESQUILO, BATATO BAREA, OSCAR FESSLER Y EL TUBA: UNA SERIE DE INCONGRUENCIAS”
Martes 16/marzo/2010: “REFLEXIONES DE ARIEL QUIROGA DESDE SU RETIRO EN MAR DEL PLATA, A LOS 70 AÑOS”
Lunes 12/abril/2010: “QUE PASÓ DESPUÉS QUE SE CERRÓ EL TUBA EN JUNIO DE 1983...?
Lunes 3/octubre/2011: “POR QUE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES NO CUENTA HOY CON UN CENTRO DE DRAMA COMO LO FUE EL TUBA...?”
Viernes 7/octubre/2011: “DANIEL MOLINA Y EL TEMA DE LAS UTOPIAS, EN RELACIÓN CON EL TUBA”
Sábado 8/octubre/2011: “JOSE MIGUEL ONAINDIA: LA ESPERANZA PUESTA EN SU GESTIÓN CULTURAL AL FRENTE DEL ROJAS”
Domingo 9/octubre/2011: “FABIÁN LEBENGLIK FUE AMABLE, PERO NO PUDO HACER NADA POR EL TUBA”
Viernes 28/octubre/2011: “LOS VERDADEROS RESPONSABLES DE LA DESAPARICIÓN DEL TUBA”
Martes 1º/noviembre/2011: “LOS QUE 27 AÑOS ATRÁS NO SUPIERON PENSAR COMO CRISTINA KIRCHNER”
Está sonando la Alarma en estos momentos...? La escucha alguien del Rojas en su “blacknerry”...?
La escucharon esas nueve veces en que a lo largo del Blog se menciona al Rojas, sin contar las demás menciones que pude haber omitido en esta reseña...?
Lo de “Alarma” lo siento como un desdichado eufemismo. Al Rojas, a sus directivos, a sus jefes de áreas, a su personal administrativo (parte del cual estaba en aquella Dirección de Cultura que tanto combatió al TUBA), es evidente que los reclamos por la restitución a la vida activa del TEATRO DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES y el reconocimiento y revaloración de su historia, poco y nada le pudo ni le puede alarmar, ni mucho menos motivar a algún tipo de respuesta.
En 1965, cuando yo ingresé a Nuevo Teatro, se estaba dando “Raíces”, de Arnold Wesker, que terminó estando cinco años en cartel. En el maravilloso monólogo final que recitaba con pasión de líder Alejandra Boero, ella clamaba por la incorporación de la clase obrera a la Cultura, sacándola de la mediocridad de la televisión basura, de la propaganda burda, de los cancionistas de música barata, de la ofensiva minuto a minuto del capitalismo salvaje...
Su madre en la ficción, que encarnaba aquella maravillosa gorda llamada Miriam van Wessen le decía mientras tanto al resto de la familia, mientras servía la mesa para la cena: “Déjenla, no la escuchen, ya se va a cansar de hablar. Coman, que se enfría...!”
No sé porqué me vino a la mente este recuerdo de “Raíces”, de mis jóvenes 26 años...
Será que este tema de las “alarmas”, (que desconocía por completo hasta que este amigo me lo comentó), me lleva a imaginar que, cuando suena en los “blackberry” del Rojas, alguien debe decir a sus compañeros de gestión cultural: “Déjenlo, no lo escuchen ni se pongan a leer lo que escribe en ese Blog...ya se va a cansar de escribir en algún momento...”.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
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