Comunico a quienes se
dedican a menudo a abrir este Blog o a quienes lo abran por primera
vez de aquí en más, que hoy -29 de abril de 2013-, he decidido
poner fin a su escritura.
Empecé a desarrollarlo
el 17 de febrero de 2010, con una primera “entrada” (o
“capítulo”) titulada: “SENTIDO DEL TEATRO HECHO CON JÓVENES
UNIVERSITARIOS” y a lo largo de los años subsiguientes se han ido
acumulando (incluída esta), 276 entradas (o capítulos) más, en los
que traté de narrar, con la mayor cantidad posible de testimonios
fehacientes (imágenes, grabaciones, documentación fidedigna), lo
que fue la historia de nueve años seguidos de un Centro de Drama que
se originó, a mi propuesta, en la Dirección de Cultura de la
Universidad de Buenos Aires, a mediados de 1974.
Empezaba, por entonces,
la más negra, la más horrenda circunstancia histórica que ha
debido atravesar la República Argentina desde su nacimiento como
tal, pero yo no lo sabía. Como la mayoría de los habitantes de esta
tierra, no lo supimos hasta muchos años después, hasta que el
primer presidente de la era democrática que se inició a fines de
1983, el Dr. Don Raul Alfonsín, a medida que él también se fue
enterando, nos lo hizo saber, al crear la Comisión Nacional sobre
Desaparición de Personas (CONADEP), con fecha 15 de diciembre de
1983.
En ese contexto histórico
que hoy la conciencia moral de los argentinos repudia, surgió de
las entrañas de la Universidad de Buenos Aires el primer (y hasta
hoy Único) TEATRO UNIVERSITARIO DE REPERTORIO, que empezó
llamándose genéricamente “TEATRO UNIVERSITARIO DE BUENOS AIRES”
y que a partir de su quinta temporada, por exigencia de la propia
Universidad, figuró en programas de mano y anuncios como “TEATRO
DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES”.
Esa historia de nueve
años del que popularmente se conoció como “el TUBA” es la que
he venido desbrozando, en forma no cronológica, en este Blog, que en
68 países del mundo (incluída la Argentina), ha sido visitado13.929
veces hasta hoy. Hay mucho, muchísimo material a disposición de
eventuales investigadores que quisieran recopilarlo. Yo empecé a
militar en las trincheras (casi siempre subterráneas) de los teatros
independientes en 1956 y hoy, cerca de cumplir los 73 años, me siento
muy cansado. Como le hace decir Federico Fellini en "8 1/2" al personaje de Mastroianni (que es él mismo): "Hay que prepararse para el silencio".
Me sigue sorprendiendo
que nadie, en ese lugar llamado “Centro Cultural Rector Ricardo
Rojas”, que ocupa el mismo viejo solar de la avenida Corrientes al
2038, (en el que el TUBA llevó a cabo unas 1.100 representaciones con
entrada LIBRE y GRATUITA para un público verdaderamente
multitudinario), que nadie -repito- me haya llamado alguna vez, en estos casi tres años
y medio de existencia del Blog en la web, para intentar un
acercamiento que nos permitiera dilucidar juntos la verdadera razón
por la cual la UBA no quiso seguir, luego de mi renuncia en junio de
1983, la historia de ese TEATRO UNIVERSITARIO DE REPERTORIO, siendo
que a partir de 1994 existe la AITU (la Asociación Internacional del
Teatro Universitario), creada en Lieja, Bélgica y que congrega a todas las
formaciones de elencos universitarios del mundo entero, con la
lamentable (e inexplicable) excepción de la Universidad de Buenos
Aires.
No importa. Me cansé de
esperar respuestas. El Blog seguirá estando, a disposición de
quienes quieran abrirlo y consultarlo, mientras los contenidos de la
web existan. Me felicito de haber tenido suficiente tiempo y ganas
para dejar tantos testimonios de una epopeya de juventud que no
merecía quedar sepultada en la nebulosa del tiempo, por culpa de
tantos como tuvieron la intención de sepultarla y abolirla.
La MEMORIA, de la que
carecen los animalitos, (hoy es su día y lo vamos a celebrar con mi gato Patricio), es un privilegio de la condición humana que
no podemos (ni debemos) desperdiciar.
Los invito a recorrer
ese “camino hacia atrás”, que propone este Blog sobre la
Historia del TUBA. Puede que los jóvenes teatristas del mundo encuentren incentivos en él para iniciar sus propios caminos.
Yo, a la manera del personaje de la novela de
Daniel de Foe, trataré que “unos pocos años de tranquila felicidad
compensen mis anteriores desventuras”...
lunes, 29 de abril de 2013
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