domingo, 31 de diciembre de 2017

¿PODRÍA VOLVER A EXISTIR EL TUBA, A 35 AÑOS DE SU DESAPARICIÓN EN JUNIO DE 1983...?

Una tranquilidad me queda en estos, mis avanzados 77 años: El TUBA no será algo perdido e ignorado para las futuras generaciones de teatristas, estudiantes de teatro y formadores de centros de drama en institutos y universidades. En los 316 capítulos (o entradas) que contiene este Blog, (partiendo del año 2010 y hasta hoy) está detalladamente narrada su historia, sus inicios, su paulatino crecimiento, sus montajes escénicos, sus giras, sus proyectos concretados o inconclusos y su lamentable derrota. La Historia del Teatro de la Universidad de Buenos Aires (1974 – 1983), si el mundo no estalla y la Internet no desaparece, está aquí, guardada en este Blog, que algún estudioso maniático podrá desentrañar, partiendo de las primeras “entradas” de 2010 hasta esta de fines de 2017, que probablemente sea la última. Lo que no está escrito ni documentado en ninguna parte es porqué la Universidad de Buenos Aires no trató nunca más, una vez cerrado el TUBA, de tener un Centro de Drama Universitario, como lo tienen desde, hace siglos en algunos casos, casi todas las universidades del mundo. Alguien debe haber pensado que un Centro Cultural multidisciplinario, como el Centro Cultural Rojas, emplazado en el mismo solar que ocupara el TUBA durante casi una década, en el que se dan cursos de actuación y se montan obras hechas por grupos de circunstancias, podía suplir la ausencia de un Teatro de Repertorio, de actuación permanente los doce meses de cada año, con espectáculos montados en simultaneidad y con textos de la dramática universal de todas las épocas, desde Esquilo a Luiggi Pirandello o desde la ignota Esopa de Samos al más ignoto todavía Junji Kinoshita. Alguien no quiso que volviera a existir el TUBA, a partir del inicio de la era democrática en la Argentina. ¿Porque el TUBA había subsistido durante la dictadura militar genocida, la de 1976 a 1983…? ¿Es que no era suficiente que el TUBA hubiese sido censurado, extorsionado, amenazado y que igual hubiese seguido luchando por permanecer, aun en esos horrendos años, como para reconocerle el derecho a volver a existir en Democracia, libre ya de prohibiciones y atentados (como el del incendio que destruyó todo su bagaje de obras, vestuarios y elementos de utilería, en 1979…?. Los responsables de haber hecho DESAPARECER al TUBA, ya dentro de la era democrática, tal vez haga muchos años que se hayan borrado de lugares de decisión dentro de la Universidad de Buenos Aires, pero hay otros responsables que están hoy, ocupando cargos rentados en la Dirección de Cultura de la UBA y en el Centro Cultural Rojas. ¿No se le ocurrirá a ninguno de ellos abrir las páginas de este Blog y enterarse de cuánto hizo (Y CUANTO QUEDÓ SIN HACER) en aquel Teatro de la Universidad, desaparecido hace 34 años…? Tal vez si lo hicieran, podrían llegar a pensar y decidir que aquel Teatro de la Universidad de Buenos Aires que se vió obligado a cerrar sus puertas en junio de 1983… deba volver a existir, precisamente en 2018, a 35 años de aquella injusta desaparición del TUBA.

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